Un día, Lhahl invitó a Bhuhb a ir a pasear a la playa. Armaron las mochilas de viaje, Bhuhb se tiró de la oreja derecha, Lhahl de la trenza izquierda y aparecieron en Puerto Escondido. Oaxaca.

El primer día tomaron mucho sol y barrenaron las olas, con los pelícanos que jugaban a la mancha en el mar.
Al otro día fueron a bucear con Gurugug, el pecesito dorado, que les tenía preparada una función de baile Jocorocó abajo del agua.

El baile Jocorocó es muy divertido. Participan estrellas de mar, erizos y langostas. Todos ellos hacen figuras en el fondo del mar como la de un trompo o la de una casa. Luego vienen dos peces espada y hace una demostración de esgrima. El escenario lo arman entre el pez serrucho y el pez martillo, y la escenografía está  hecha por muchos corales de colores que sonríen cuando termina la función.

Bhuhb y Lhahl estaban tan impresionados que se olvidaron que estaban buceando y se les hizo de noche. Tuvieron que llamar a unos peces luminosos para que los acompañaran a su casa.