A Lhahl le encanta aprender idiomas. Sabe tresmilsetescientosveintiún idiomas distintos. Por eso es que la invitaron al museo del Louvre en París para traducir unas piedras egipcias. Bhuhb aprovechó la ocasión y se sumó al viaje.
Llegaron por el rio Sena cantando canciones de amor en una noche estrellada. Al pasar por Notre Dame, que es una iglesia muy grandota, Bhuhb le dio un beso a Lhahl.
Visitaron Montmartre, que es un lugar donde hay muchos pintores (a Lhahl le hicieron un retrato) y una vista de París muy bonita.
Luego fueron a los Campos Elíseos que es una avenida muy grande con árboles que hablan en francés.
Arriba
de la torre Eiffel, Lhahl le dio un beso a Bhuhb. |
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