En un país lejano vivía una princesa muy hermosa que se llamaba Particulica. Estaba de novia con el príncipe Masticolo, que era un muchacho muy interesante de un país vecino.

Había también otra princesa, Surubic, que gustaba mucho del él.
Surubic que sabía las artes de la magia, y celaba mucho de la novia del príncipe interesante.

Un día, Particulica se puso enfermita.

Todos inmediatamente pensaron que era otra jugatreta para que Surubic pudiese casarse con Masticolo.

Él estaba muy preocupado y no dormía para estar al lado de su novia que se quejaba agarrándose la panza.

El gran consejo se reunió. Horas discutieron. Hasta que entró Bhuhb y se hizo un gran silencio. "Lo que tiene esta chica es un empacho", dijo Bhuhb tras sacar de debajo de la almohada el anillo de chocolate que nunca se acaba. Su amigo Ktlyltk lo había perdido la semana pasada.

Masticolo se sintió tan molesto por haber desconfiado de Surubic, la princesa bruja, que la fue a visitar.

Ahí mismo se dio cuenta que ella era perfecta para él: sabía hacer sopa de coliflor.

Fueron muy felices.

A Particulica le salieron granitos de tanto chocolate.

 

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Las Aventuras de Bhuhb. Textos de Federico Joselevich e ilustraciones de Paola Stefani. Textos © 1998-2007 by Federico Joselevich. Ilustraciones © by Paola Stefani.