Bhuhb, como todos sabemos, vive en una casa en el bosque. La casita es muy interesante porque, aunque está hecha de madera, no es madera cortada como son las casas de madera.

La casa de Bhuhb está hecha de muchos árboles que se abrazan entre ellos muy fuerte en invierno y despacito en verano para dejar pasar el aire fresco.

Las lámparas son los nidos de las luciérnagas del bosque, y es por eso que a la noche, la casa de Bhuhb se ve verde por dentro.

Los asientos son dos tortugas gemelas. Una se llama Locuaz (aunque no habla mucho), y la otra se llama Rubor, porque siempre se pone colorada.

Quienes van a visitar a Bhuhb, le tienen que pedir permiso a las tortugas Locuaz y Rubor para poder sentarse porque a ninguna tortuga le gusta que la aplasten.

El techo de la casa de Bhuhb está hecho con las copas de los árboles y, dependiendo del humor de los invitados, a veces dejan ver las estrellas o pasar la luz del sol y a veces se cierran formando figuras raras, como la de un delfín.

A Bhuhb le costó mucho trabajo convencer al río para que pasase por su casa, así que terminó convenciendo a los árboles para que se mudaran cerca del río. De ahí es de donde saca el agua para los mates y los tés que se toman los invitados.

Éste es el lugar preferido de nuestro gnomo para contar historias como la que sigue: La historia del Sombrero Volador


Bhuhb y la princesa encantada

La casa de Lhahl

 

La lista de cuentos

El Cuaderno de visitas

Tu carta a Bhuhb

La Portada

 

Las Aventuras de Bhuhb. Textos de Federico Joselevich e ilustraciones de Paola Stefani. Textos © 1998-2007 by Federico Joselevich. Ilustraciones © by Paola Stefani.